VALORES Y PRINCIPIOS COMO GUÍAS DE ACCIÓN DE LAS COOPERATIVAS.
Prof. Oscar Bastidas-Delgado.
Universidad Central de Venezuela (UCV).
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En el cooperativismo es frecuente hablar de valores y principios, son directrices básicas de acción; el cooperativismo mundial lo ha sistematizado al extremo de calificarlo como universales pero no uniformes ya que varían según los grupos humanos y sus contextos. Para la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), los valores y principios deben moldean las actividades de las cooperativas aunque no todas los practiquen con la similar fuerza.
Para la ACI los valores y principios son[1]:
“los fundamentos básicos sobre los cuales descansa la doctrina cooperativa. Son los elementos que le dan unidad, integridad e identidad al movimiento cooperativo en el mundo”, y “las cooperativas están basadas en los valores de la autoayuda, la auto responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad. En la tradición de sus fundadores, los asociados cooperativos hacen suyos los valores éticos de la honestidad, la transparencia, la responsabilidad y la vocación social”.
Como toda actividad humana, constituir y poner en marcha organizaciones genera valores en quienes las desarrollan. Como se señaló, no surgen de manera lineal pero si con cierto orden, nutriéndose entre ellos y generando otros; así, los últimos generados serán más complejos y pueden contener los primeros.
4.1.- LOS VALORES COOPERATIVOS.
La dinámica cooperativa se debate entre las variables externas y las propias, si el mundo cambia es de esperar que sus valores y principios también lo hagan, ello explica porqué la ACI desde que instituyó los valores y principios como tales en 1934, los haya reformados en 1966 y en 1995. Ellos funcionan como instrumentos orientadores de la conducta y gestión de las cooperativas y de sus actores, con base en lo señalado, son rieles que marcan las pautas para que transiten los principios.
Aunque deben estar presentes en cualquier cooperativa, algunos tienen preponderancia sobre otros y variarán según los momentos históricos y las actividades de cada cooperativa; por ejemplo, es incomparable la aplicación del principio de la “neutralidad política y religiosa” en el funcionamiento de la Cooperativa de Rochdale, constituida en una población practicante de diversas religiones y en plena efervescencia socio – política post Revolución Industrial, con la aplicación de ese mismo principio en una cooperativa polaca o quebequense en las que, por la alta penetración del catolicismo en ambos países[2] no existiría discusión alguna sobre preceptos religiosos.
Tampoco tendrá la misma aplicación el valor de la transparencia en una cooperativa de ahorro y crédito que obviamente alimenta sus actividades con el dinero de sus asociados ahorristas que en una cooperativa de trabajo asociado que fabrica sarcófagos o funciona como carpintería.
Los valores han cambiado; en el Congreso de Tokio (1992), la ACI concentró esfuerzos en definirlos concluyendo que el sistema cooperativo estaba fundado en tres valores medulares: Equidad e Igualdad, Autoayuda Voluntaria y Mutua, y Progreso Social y Económico[3]; nótese que la solidaridad no estaba contemplada.
El informe Valores Cooperativos para un Mundo en Cambio coordinado por Sven Ake Böök contribuyó a ello estableciendo tres categorías de Valores: 1. – Valores Cooperativos Básicos: Igualdad, Democracia, Autoayuda Voluntaria y Mutua y Progreso Económico y Social; 2. – Normas Morales Básicas: el pluralismo, la confianza en el sistema cooperativo, la honradez y la preocupación por los demás; y 3. – Valores Instrumentales o características básicas de las cooperativas: autonomía, educación, cooperación nacional e internacional, y participación de los asociados[4].
Luego de Tokio, la ACI se concentró en actualizar los principios cooperativos con miras al Congreso de su Centenario en Manchester (1995), promoviendo investigaciones con el fin de constatar la brecha entre la redacción de los Principios y su aplicabilidad, cambiándolos finalmente.
Aunque los Principios fueron el centro de interés en Manchester, los valores ocuparon su espacio y fueron discutidos y agrupados en dos categorías: 1. – Los que caracterizan a las cooperativas y sirven para distinguirlas de otras formas empresariales; y 2. – Los que están en las cooperativas sin ser exclusivos de ellas.
A propósito de estas categorías Molina Camacho afirma[5]:
“En la primera categoría hallamos la autoayuda, la autorresponsabilidad, la participación en la gestión democrática, la igualdad (iguales derechos y obligaciones para los asociados), la equidad (distribución de los beneficios económicos en proporción a la colaboración o patrocinio de los asociados con su cooperativa), la solidaridad (entre los asociados dentro de la cooperativa, entre las cooperativas a todos los niveles: local, regional, nacional e internacional).
En la segunda categoría, se cita en primer lugar la Honestidad …, la Transparencia (la cooperativa debe ser una vitrina para todos los asociados, para los organismos cooperativos supervisores y para las autoridades del país encargadas de su fiscalización), la Responsabilidad Social y la Preocupación por los demás”.
La calificación de la solidaridad como un valor por la ACI, coloca esa noción en el mundo de la ética cooperativa. La solidaridad como valor, al igual que la democracia, la intercooperación y la integración, surge voluntariamente entre un mínimo de dos personas, grupos u organizaciones con necesidades comunes y disposición de aunar esfuerzos.
Esa justamente la unión de esfuerzos y acciones por un objetivo común proporcionada por la solidaridad, la que debe orientar las cooperativas en su marcha común por el respeto de la diversidad. Un proyecto cooperativo es ante todo un estado de espíritu, de ánimo de equipo que surge de una participación colectiva y que se concreta con una movilización del conjunto en función de una idea que debe convertir ese conjunto en un “nosotros” demostrativo de solidaridad, de personas dispuestas a realizar esfuerzos, desbloquear conflictos y construir identidad colectiva.
4.2.- LOS PRINCIPIOS COOPERATIVOS.
Los Principios por su parte son pautas mediante las cuales las cooperativas ponen en práctica sus valores: las locomotoras del tren de valores. No deben ser entendidos como verdades absolutas razón por las que han variado. Los originales fueron los establecidos por la Cooperativa de Rochdale, a saber: 1.- control democrático por los asociados; 2.- adhesión libre y voluntaria; 3.- pago de interés limitado al capital aportado; 4.- distribución de los beneficios económicos entre los asociados en proporción al patrocinio; 5.- educación; 6.- neutralidad política y religiosa; y 7.- ventas al contado.
Cuando la ACI los adoptó como universales en su Congreso de París de 1937, ellos fueron reducidos a cuatro “esenciales” y tres “secundarios”: los primeros fueron: 1. – libre adhesión de los miembros; 2. – control democrático por los asociados; 3. – distribución de los excedentes en proporción al patrocinio de los asociados con la cooperativa; y 4. – pago de interés limitado al capital de los asociados. Los segundos: 1. – promoción de la educación; 2. – neutralidad política y religiosa; y 3. – compras y ventas al contado. En el Congreso de Viena de 1966 se modificaron así: 1.- adhesión libre y voluntaria; 2.- control democrático; 3.- interés limitado al capital; 4.- retorno de excedentes a los asociados; 5.- educación; y 6.- integración entre las cooperativas.
Luego del congreso de Viena en 1966, en el de Manchester (1995), la ACI logra definir qué es una cooperativa e inserta esa definición en su Declaración sobre la Identidad Cooperativa al mismo tiempo que redacta los principios así[6]:
– Primer principio: Adhesión Voluntaria y Abierta. Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de ser socio, sin discriminación social, política, religiosa, o de sexo.
– Segundo Principio: Gestión Democrática por parte de los Asociados. Las cooperativas son organizaciones gestionadas democráticamente por los asociados, los cuales participan activamente en la fijación de sus políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar y gestionar las cooperativas son responsables ante los asociados. En las cooperativas de primer grado, los asociados tienen iguales derechos de voto (un socio, un voto), y las cooperativas de otros grados están también organizadas de forma democrática.
– Tercer Principio: Participación Económica de los Asociados. Los asociados contribuyen equitativamente al capital de sus cooperativas y lo gestionan de forma democrática. Al menos una parte de los activos es por regla general, propiedad común de la cooperativa. Normalmente reciben una compensación, si la hay, limitada sobre el capital entregado como condición para ser socio. Los asociados asignan los excedentes para todos o algunos de los siguientes fines: el desarrollo de la cooperativa; la constitución de reservas, de las cuales, al menos una parte sería indivisible; y en beneficio de los asociados, este será proporcional a sus operaciones con la cooperativa y el apoyo de sus actividades, aprobadas por ellos mismos
.
– Cuarto Principio: Autonomía e Independencia. Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda, gestionadas por sus asociados. Si firman acuerdos con otras organizaciones, incluidos los gobiernos, o si consiguen capital de fuentes externas, lo hacen en términos que aseguren el control democrático por parte de sus asociados y mantengan su autonomía cooperativa.
– Quinto Principio: Educación, Formación e Información. Las cooperativas proporcionan educación y formación a los asociados, a los representantes elegidos, a los directivos y a los empleados para que puedan contribuir de forma eficaz al desarrollo de sus cooperativas. Informan al gran público, especialmente a los jóvenes y a los líderes de opinión, de la naturaleza y beneficios de la cooperación.[7]
– Sexto Principio: Cooperación entre Cooperativas. Las cooperativas sirven a sus asociados lo más eficazmente posible y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente mediante estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.
– Séptimo Principio: Interés por la Comunidad. Al mismo tiempo que se centra en las necesidades y los deseos de los asociados, las cooperativas trabajan para conseguir el desarrollo sostenible de sus comunidades, según los criterios aprobados por los asociados.
Tal como afirma la ACI en su documento “Notas de orientación para los principios cooperativos”[8], la claridad de su Declaración sobre la Identidad Cooperativa fue tal que
“Hizo posible que la Asamblea General de las Naciones Unidas reconociese el carácter esencial de la empresa cooperativa en la resolución 56/1144 de 2001. La Declaración también ratifica la Recomendación 193 de la Organización Internacional del Trabajo de 2002, a la que se ha recurrido en muchas ocasiones para revisar y actualizar la legislación cooperativa en más de cien países, y constituye una potente herramienta para que las cooperativas de todo el mundo puedan defender y promocionar un sector empresarial cooperativo dinámico y en expansión dentro de la economía. Las cooperativas son la única tipología de empresa que cuenta con un código de valores éticos acordado a nivel internacional y que funciona conforme a principios aceptados democrática e internacionalmente por las cooperativas que pertenecen a la Alianza”.
Imposible concebir los principios aislados unos de otros, se refuerzan entre sí; la ACI afirma que son interdependientes y coloca un ejemplo: “el 5º principio de educación, formación e información conseguirá, al aplicarse, reforzar y potenciar el principio 2º del control democrático por los miembros”; agrega, si se respetan y aplican todos los principios en el funcionamiento cotidiano de una cooperativa, ésta será más sólida y sostenible.
Tampoco son inmodificables, por ejemplo, el principio “un miembro, un voto ha sido relativizado o simplemente abandonado para facilitar la movilización de capitales”[9] fue modificado en aras de conciliar dificultades de capital con la democracia, en ciertos países como Alemania, Sudáfrica y parcialmente en Francia; para mejor ilustración, la ley de cooperativas de Italia de 1992, limita los derechos de voto de los llamados “asociados financieros de apoyo” a un 33 % y su presencia en el Consejo de Administración a un 49 %” para no conceder preponderancia decisoria al capital por encima de los asociados.
La existencia de estos principios tampoco limita que según sus objetivos y contexto cada cooperativa pueda agregar los propios como hizo Mondragón Corporación Cooperativa (MCC) en su 1er. Congreso (1987) cuando, bajo el título “Principios Básicos de la Experiencia Cooperativa de Mondragón”, estableció los siguientes: 1. – libre adhesión, 2. – organización democrática; 3. – soberanía del trabajo; 4. – carácter instrumental y subordinado del capital; 5. – participación en la gestión, 6. – solidaridad retributiva, 7. – intercooperación,.8. – transformación social, 9. – carácter universal, y 10. – educación.
4.3.- EL COMPROMISO AMBIENTAL COMO PRINCIPIO PENDIENTE DE APROBACIÓN.
Si algún movimiento socio – económico posee argumentos y ha demostrado con hechos su interés por preservar el ambiente e impulsar el Desarrollo Sustentable es el cooperativista. Desde la última década del pasado siglo, y particularmente en su Declaración de Río de diciembre 2000, bajo el lema de “Identidad Cooperativa para el Nuevo Milenio”, la ACI asumió y así lo hizo saber a la ONU
“Que la Alianza Cooperativa Internacional asume el compromiso de obtener el respaldo de millones de miembros de las cooperativas hacia la carta de Río, por el logro de la paz, la solidaridad, la equidad, la justicia, la igualdad, la protección ambiental y el desarrollo humano sostenible”.
Esa propuesta se ha visto reforzada con la del Pacto Verde Cooperativo promovido durante el 10º Congreso Nacional Cooperativo: Cambio climático y Realidad Colombiana: “La Respuesta Cooperativa”, realizado por la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop) en Cartagena de Indias en septiembre 2008, cuyo documento final fue aprobado por el Consejo de Administración Regional de la ACI – Américas en su XXXIV Reunión en de junio 2009.
Ese pacto surge como respuesta a la problemática que afecta al medio ambiente, en él se manifiesta un compromiso con el planeta y la realización de actividades orientadas específicamente a proteger los recursos naturales y a propender por el desarrollo sostenible; mediante él las cooperativas asumen compromisos mínimos para adoptar acciones y procedimientos orientados a la conservación del medio ambiente; realizar auto evaluaciones institucionales periódicas para determinar cumplimientos en materia ambiental; incorporar los temas medioambientales como normas de conducta de las organizaciones; impartir y promover educación medioambiental; velar a través de la ACI – Américas por el cumplimiento y permanencia del pacto, y utilizar el distintivo en cada una de las acciones que emprendan en desarrollo del pacto.
Siendo así, solo resta convertir ese compromiso en un principio para que todo cooperativista sea un activista de la defensa del ambiente del planeta, lo conserve y mantenga en condiciones aceptables para próximas generaciones.
4.4.- LA DOCTRINA COOPERATIVA.
Por la vía de los Valores y Principios se llega a la Doctrina, a ese ámbito que se nutre de ideas y que algunos autores denominan el “ideario doctrinario”. En el caso de las cooperativas, Serrano Uribe entiende por tal al núcleo unitario y orientador de toda la actividad cooperativa:
“Unitario por cuanto representa un ideario común en el tiempo que identifica a las personas y las organizaciones que realizan actos cooperativos; orientador, porque constituye una línea directriz conocida y reconocible para determinar y ejecutar adecuadamente todo género de propósitos y acciones”.
Para Serrano Uribe la Doctrina unifica los humanos en el compartir de valores y principios motivadores y orientadores de su conducta personal y social,
“… caracteriza las organizaciones y empresas cooperativas, distinguiéndolas (por sus políticas, estrategias, propósitos y procedimientos de actuación) de otras organizaciones y empresas que funcionan y operan en el ámbito económico y social, de acuerdo con los móviles, políticas, estrategias y procedimientos diferentes”[10].
Esa caracterización se observa con mayor nitidez en la Declaración de Manchester al señalar que “los valores y principios cooperativos son los fundamentos básicos sobre los cuales descansa la doctrina cooperativa. Son los elementos que le dan unidad, integridad e identidad al movimiento cooperativo en el mundo”.
Una verdad se impone en cuanto al desarrollo de los valores y principios en las cooperativas: deben surgir de sus propias lógicas y prácticas, no pueden decretarse. Ellos en sí mismos constituyen un rasgo de las cooperativas pero se hace necesario impulsar la Doctrina Cooperativa como cobertura mundial..
4.5.- HACIA UN IMPULSO DE LOS PRINCIPIOS.
La ACI, en su condición de administrador global de la Declaración sobre la identidad cooperativa (valores y principios del movimiento cooperativo) y como responsable de garantizar la mejor interpretación de los Principios, redactó el documento “Notas de orientación para los principios cooperativos”[11] en respuesta a inquietudes en torno a modificar los principios a futuro, motivo por el cual se constituyó el Comité de Principios, y reconocer la necesidad de una orientación detallada y actualizada sobre su aplicación.
La intención claramente establecida en dicho documento es la de
“fomentar un diálogo constructivo e interactivo entre las autoridades públicas y los cooperativistas, en apoyo a una diversificación más amplia mediante el sano crecimiento de las empresas cooperativas en todos los niveles de la economía global”
Además de permitir
“a los propios cooperativistas comprender plenamente lo que significa ser una cooperativa en el mundo en el que actualmente trabajan. También ofrecen orientación a quienes lleven a cabo la tarea de registrar, regular o supervisar cooperativas a nivel local, nacional y territorial en las economías de todo el mundo”.
Como todo documento formal consta de las debidas presentaciones y anexos. En lo central contiene siete Documentos de Orientación, uno por cada principio y con señalamientos de buenas prácticas, que exploran y sintetizan a manera de directrices cómo han de aplicarse los principios subyacentes en las cooperativas bajo el entendido de su diversidad y necesidad de fortalecerse en la complejidad de la economía mundial.
El documento confirma la necesidad de ver las interrelaciones entre los principios mismos y que los principios no son reglas inflexibles sino que deben interpretarse al interior del contexto socio – económico y las particularidades de cada cooperativa en la intención de dirigirlas sobre el binomio eficiencia / eficacia.
Notas.
[1] Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Declaración sobre la identidad cooperativa. Ob. Cit.
[2] La Provincia de Quebec posee todas las condiciones de una nación: Comunidad con nombre, historia cultura e idioma propio asentada en un territorio en el que practican formas endógenas de gobierno y lazos ascentrales de solidaridad, por lo que puede presentarse como un país.
[3] Ver Carlos Molina Camacho Valores y principios cooperativos como guías fundamentales de acción. Ponencia: 1er. Encuentro Nacional de Formadores de Cooperativismo. Valores, Principios, Capital Social y Capital Económico: Una Sinergia Fundamental en la Constitución de Cooperativas. Cepac – UCV. Universidad Central de Venezuela. 30 y 31/10/2003. p.5.
[4] Ake Böök, Sven. Valores cooperativos para un mundo en cambio. Informe para el XXX Congreso de la ACI, Tokio. Alianza Cooperativa Internacional, Oficina Regional, San José, Costa Rica. 1992.
[5] Carlos Molina Camacho. Ob. Cit.
[6] Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Ut supra
[7] Este principio resalta la importancia del dominio de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicaciones en el campo de la dirección empresarial.
[8] Alianza Cooperativa Internacional (ACI). “Notas de orientación para los principios cooperativos”. 2015.
[9] Walter Tesch. Relatório da OIT sobre Cooperativismo no Mondo.
http://www.waltertesch.com.br/relaoit06.html Dic. 2005.
[10] Ver Rymel Serrano Uribe. Valores y principios cooperativos. Serie Divulgativa Coopdesarrollo 2. Febrero 1997.
[11] Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Ut supra
FUENTES.
Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Declaración Elija cooperativo, elija equidad. 4 de julio 2015. http://ica.coop/en/node/11576.
———————— “Notas de orientación para los principios cooperativos”. 2015.
Ake Böök, Sven. Valores cooperativos para un mundo en cambio. Informe para el XXX Congreso de la ACI, Tokio. Alianza Cooperativa Internacional, Oficina Regional, San José, Costa Rica. 1992.
Bastidas-Delgado, Oscar. (Coordinador) et Al. Participación y Gestión Democrática de las Cooperativas. Informe Final del Comité de Investigación. UniRcoop, junio 2005.
———————— Economía Social y Cooperativismo. Una Visión Organizacional. Prólogo de Bernardo Kliksberg. Editorial Universidad de San Gil / Distribuidora Norma, Colombia. Mayo 2010. 385 p.
———————— La Economía Social entre la Economía Popular y la Economía Solidaria. Aportes a la Identidad Organizacional. Editora Galaxia C.A. Caracas 2018.
———————— La Identidad cooperativa. Apuntes para un cooperativismo alternativo. Ponencia para el VIII Seminario Internacional de Unircoop. La Identidad de la cooperativa en el corazón de su éxito: Presentación de herramientas de gestión. Sherbrooke, 4 al 8 de octubre de 2004. p. 6.
Molina Camacho, Carlos. Valores y principios cooperativos como guías fundamentales de acción. Ponencia: 1er. Encuentro Nacional de Formadores de Cooperativismo. Valores, Principios, Capital Social y Capital Económico: Una Sinergia Fundamental en la Constitución de Cooperativas. Cepac – UCV. Universidad Central de Venezuela., 30 y 31 de octubre de 2003.
Serrano Uribe, Rimel. Valores y principios cooperativos. Serie Divulgativa Coopdesarrollo 2. Documento de Internet Nº 28. Cepac – UCV. Fondo Documental Virtual. Bajado de la Web Feb. 1997.
Walter Tesch. Relatório da OIT sobre Cooperativismo no Mondo.
http://www.waltertesch.com.br/relaoit06.html Dic. 2005.