SIETE VÍAS PARA CONSTITUIR ORGANIZACIONES.
Prof. Oscar Bastidas-Delgado.
Universidad Central de Venezuela (UCV).
https://www.youtube.com/watch?v=xlsshilNTHA
https://www.linkedin.com/in/oscarbastidasdelgado
amazon.com/author/oscar.bastidas-delgado_2022
Puede afirmarse que enfrentar cualquier tipo de problema amerita un mínimo de sentido organizacional por quienes lo hacen: valores, objetivos, metas, recursos variados, personas, procesos administrativos y otros elementos; también puede afirmarse que según la magnitud y los intereses en juego, los problemas pueden ser resueltos de manera individual o colectiva con el apoyo de diversas formas jurídicas y herramientas de gestión.
La decisión de sus fundadores de poner una organización en marcha es un hecho político. Los fundadores establecen, como requisito previo y fundamental sus objetivos y posteriormente, luego de constituidas, las políticas e instancias o centros de poder necesarios para dirigir los esfuerzos y recursos hacia los objetivos trazados. Las organizaciones pueden ser naturales o jurídicas, formales o de hecho. Puede afirmarse entonces que la sociedad origina sus organizaciones por lo que éstas son, automáticamente, parte de ella. Siendo así, la sociedad condiciona su creación y desarrollo por lo que ninguna le es ajena y menos lo serán aquellas que desarrollan esquemas de integración social que superan los simples marcos individuales.
Aunque la percepción inicial de la necesidad o del problema haya sido individual, constituir una organización es una manera inmediata de favorecer la comunidad ya que quienes las emprenden forman parte de ella; adicionalmente, si ella se constituye para enfrentar problemas comunes, el efecto multiplicador es mayor y sus asociados se beneficiarán de la economía de escala y de la intercooperación e integración que pudieren desarrollar.
Por esto último, hablar de Organizaciones de Economía Social (OES), particularmente de cooperativas, es una forma de referirse a organizaciones de amplias sinergias, pues son fórmulas para enfrentar necesidades o problemas que afectan a varias personas concomitantemente. Pero comprender el edificio complejo de las OES implica entender que no todas las organizaciones poseen la misma lógica, a pesar de ello, es posible relacionarse con ellas y establecer acuerdos, alianzas u otros mecanismos de cooperación en aras del desarrollo de la sociedad deseada.
Al asomarse desde la ventana de cualquier organización para ver el entorno se observará entonces ese mundo organizacional complejo que para efectos de este texto se clasifican en tres fórmulas organizacionales claramente diferenciadas por sus lógicas de constitución y funcionamiento; son: 1. – Organizaciones de la Economía Pública; 2. – Organizaciones de la Economía de Capital o con fines de lucro; y 3. – Organizaciones de la Economía Social (OES).
Dependiendo de los objetivos en juego, ellas pueden combinarse para generar otras, siendo posible cuatro combinaciones resultantes, por lo que, finalmente es posible organizarse de siete maneras: las tres básicas y sus cuatro combinaciones. Las cooperativas se inscriben al interior de las OES, manteniendo una interesante especificidad que no niega la posibilidad de relacionarse con organizaciones de otros sectores o modelos.
- – LAS ORGANIZACIONES PÚBLICAS.
Sin entrar en reflexiones sobre el carácter instrumental para el dominio de ciertas clases sociales que pudiese tener el Estado, reflexiones propias de marxistas como Althusser o Poulanzas, puede afirmarse que las organizaciones públicas surgen para satisfacer necesidades colectivas que no pueden normalmente ser enfrentadas por las opciones mencionadas y que el marco fundamental de su organización y funcionamiento lo establece la respectiva constitución nacional y el conjunto de acuerdos internacionales y pertenencia a organismos supranacionales que de alguna manera pudieren interferir en sus decisiones.
El panorama de lo público es variado, puede ir desde aquel sector público desarrollado en países donde lo público se circunscribe fundamentalmente a lo que se denominan las funciones esenciales del estado como salud, educación, defensa y orden interno, como USA, Suiza y Suecia; pasando por aquellos donde el estado tiene alta injerencia en lo social y lo económico llegando a ser propietario de empresas y desarrollar fórmulas de capitalismo de estado como Alemania, España, Francia, Argentina, Colombia o Brasil; hasta otros países en los que el estado es el ductor y propietario plenipotenciario de todo o casi todo lo que en el país suceda como en Corea del Norte, Cuba y Venezuela.
Lo contrario, cuando un estado coloca límites a sus acciones y facilita la participación democrática de los afectados en la solución de sus necesidades, los impactos de su intervención pueden ser positivos y, en algunos casos, hasta favorecer desarrollo de las OES.
Las organizaciones públicas son variadas, abarcan desde los poderes públicos, pasando por los órganos del poder ejecutivo, en particular niveles presidenciales, ministeriales y de empresas públicas en caso de existir, hasta los diversos niveles geopolíticos: nacional, regional, estadal o provincial, municipal, comunal u otros. Los entes territoriales (Departamentos y Municipios) y los organismos también forman parte de las empresas del sector público.
Lo cierto es que para el bienestar social es fundamental reforzar la capacidad del Estado entendida como su habilidad para asumir y promover eficientemente acciones colectivas, no como estatismo populista, sino como impulsor de una genuina participación ciudadana. El fortalecimiento institucional del Estado es una condición necesaria de desarrollo, un estado fuerte, concentrado que hace con excelencia lo que constitucionalmente debe hacer, es deseable.
- – LAS ORGANIZACIONES DE CAPITAL O CON FINES DE LUCRO.
La lógica de estas organizaciones impulsa la economía de capital o simplemente el capitalismo. Sus organizaciones surgen para satisfacer necesidades de personas diferentes a quienes constituyen la organización y persiguen fines de lucro ya que gracias a los aportes cobrados a esas terceras personas, estas organizaciones subsisten y sus propietarios acumulan ganancias. Para una mejor comprensión recuerde las apreciaciones en cuanto al lucro del Capítulo 2, ellas contribuyen a definir las diferencias entre el acto mercantil propio de las organizaciones con fines de lucro y el acto cooperativo.
En el ámbito de la producción industrial, la lógica de estas organizaciones es la apropiación por sus propietarios, del valor producido por los trabajadores gracias a la propiedad privada de aquellos sobre los medios de producción.
Esta lógica que se basa en la supremacía del capital y del mercado sobre la persona y su trabajo, comenzó a imponerse luego de la revolución industrial como se observará posteriormente. Para ella el mercado actúa como termómetro regulador de la sociedad, pues del libre juego entre la oferta y la demanda de bienes y servicios dependerán los precios de éstos y de alguna manera el crecimiento o desarrollo, convirtiendo en sinónimos los términos capitalismo y “sociedad de mercado”.
Esta magno – presencia del mercado es cuestionada por los defensores de la ES quienes sí aceptan la existencia de un mercado en sus actividades, pero iniciado por sus propios asociados que son los primeros en adquirir y beneficiarse de los bienes y servicios producidos por sus OES; esta reflexión obliga a distinguir entre una “sociedad de mercado” con respecto a una “sociedad con mercado”, para aquellos estos términos no son sinónimos. Bajo esta concepción, la construcción de circuitos propios de intercambios que no permitan fugas de valores hacia otras economías, es un problema de primer orden para la ES, solo así será posible construir una sociedad basada enteramente en su lógica y en los valores y principios que ella genera[1].
- – LAS ORGANIZACIONES DE LA ECONOMÍA SOCIAL (OES).
Hablar de OES es hacerlo sobre salidas colectivas para enfrentar necesidades o problemas que afectan a varias personas concomitantemente. Surgen cuando grupos de personas identificadas con la necesidad de enfrentar directamente un problema común, se asocian y colocan en una organización los recursos necesarios.
De lo afirmado se desprende que el primer objetivo de estas organizaciones es enfrentar el problema o necesidades de quienes la constituyeron. La relación que establecen sus asociados con la organización es entonces una relación de uso, pues ella estará a su servicio y responderá por las responsabilidades individuales que cada uno le depositó; por ello, constituir una OES es una manera inmediata de aplicar los beneficios de la economía de escala y de favorecer a la comunidad pues los asociados pertenecen a ella. Nótese la Economía Solidaria como un subsector de la ES: aquel que realmente desarrolla el valor de la solidaridad
Nadie mejor que Molina Camacho para explicar estas tres lógicas a partir del régimen de los salarios[2], señala que:
“En el capitalismo, sistema en donde los que laboran, sea en empresas de producción de bienes o servicios o bien de distribución de éstos (establecimientos comerciales), el trabajo es una fuente de subsistencia para sí mismo y para su familia. […] Mas sin embargo en ese sistema trabajas para otros. Esas empresas son propiedad de los dueños del capital. Los trabajadores son simples asalariados, pues laboras, principalmente, para el beneficio económico de otros. No tienes injerencia en la conducción de esas empresas, simplemente no son tuyas
En el sistema económico del estatismo o socialismo de origen marxista, el trabajador realiza su faena para un patrono que se llama Estado o para algún organismo dependiente de ese Estado: la empresa es pública. Los beneficios económicos no van a los bolsillos de los dueños del capital, sino que deberían distribuirse en servicios a los ciudadanos. Sin duda que en este sistema se logra un innegable progreso social, al menos en teoría. Pero aún tenemos que decir que los asalariados de esas empresas públicas tampoco tienen mayor influencia en la administración de ellas, las que son dirigidas por los técnicos o burócratas del partido gobernante que terminan conformando una nueva “clase social”, junto con los jefes políticos de turno.
Los aspectos negativos de este sistema son varios, y su implantación en algunos países ha puesto de manifiesto que los beneficios son más teóricos que prácticos. La sabiduría popular nos recuerda que “el ojo del dueño engorda el caballo”. Los dueños de esas empresas públicas son los millones de personas que conforman la sociedad en su conjunto, que mal pueden estar supervisando o vigilando la buena o mala marcha de esas empresas, tarea que por tanto delegan en unos funcionarios públicos, que son simples asalariados del Estado”.
Continúa[3]:
“El trabajador se siente verdadero dueño de su trabajo cuando labora en una empresa que es suya, como es una cooperativa de producción de bienes o servicios, o de trabajo asociado, pues tal empresa pertenece a un grupo de trabajadores que decidieron ser dueños de su propio destino, abandonando su condición de simples asalariados en las empresas de naturaleza mercantil o capitalista, o bien en empresas del Estado o de naturaleza pública.
En cambio en las cooperativas que se organizan para crear una fuente de trabajo ellos tienen la obligación de autogestionarla en forma democrática y reciben la totalidad de los beneficios económicos que generen. Son dueños pues del capital y del trabajo.
Se acaba así la sempiterna contradicción entre ambos factores fundamentales de la producción de bienes y/o servicios, que ha sido a lo largo de los años fuente de graves conflictos. Se ha logrado finalmente la liberación del trabajador: meta anhelada por todos los trabajadores del mundo.
Los marcos legales de las cooperativas (nacional, regional, local, o interno: estatuto y reglamentos), deben ser suficientemente flexibles para insertar y conceder visibilidad a los diversos procesos socio – económicos tradicionales de comunidades en las cuales ellas se insertan y a los elementos modernos que surgen con nuevos procesos como la globalización y la cuarta y la ya muy próxima quinta revolución industrial. Deben ser voluntarios, surgidos de la participación amplia de la mayoría de sus actores y no solo de personas, particularmente algunos abogados, que asumen que con leyes se arreglan todos los complejos problemas de estos movimientos. En definitiva, no deben ser embudos obligatorios para el tránsito de las prácticas de estas organizaciones. Las iniciativas e innovaciones potenciales de los cooperativistas no deben limitarse por legales camisas de fuerza.
- – RELACIONES INTERORGANIZACIONALES.
Al margen de las relaciones que organizaciones de un mismo sector pueden entablar entre sí o relaciones inter – organizacionales al estilo de la integración cooperativa, las relaciones entre los tres tipos de organizaciones señaladas son clave en todo estudio de entorno bajo el entendido de que las sociedades modernas ameritan de ellas para su desarrollo.
Son de cuatro tipos y pueden presentarse bajo formas de acuerdos, alianzas, coparticipación, codirección, participación accionaria, outsourcing o tercerización, condominios, alianzas, clústeres, cogestión u otras; el gráfico siguiente facilita la comprensión de estas relaciones.
GRÁFICO N° 01. TRES TIPOS DE ECONOMÍA Y CUATRO OPCIONES DE INTERCOOPERACIÓN.
– Relaciones tipo 1: OES – Organizaciones Pública. También se observan en actividades de outsourcing entre ambos sectores y viceversa, en programas sociales públicos con participación de OES, y cuando una cooperativa de ahorro y crédito, por ejemplo, capta pagos de servicios e impuestos públicos. Para algunos sectores políticos estas relaciones constituyen el eje central de la llamada “tercera vía”, término que se confunde con el de tercer sector atribuido a la ES.
– Relaciones tipo 2: OES – onomía de Capital. Ejemplos se tienen en las actividades de outsourcing en los que una empresa de un sector contrata otras de otro sector, y en casos como los de cooperativas que se abastecen con productos de empresas privadas y viceversa.
– Relaciones tipo 3: Organizaciones de Capital – Organizaciones Públicas. Son las más frecuentes, ejemplos sobran: prestación de servicios como proveedores, ser clientes, financiamientos y otras acciones en ambas direcciones.
– Relaciones tipo 4:Intersección de los tres sectores. Sintetizan actividades conjuntas visibles en comisiones tripartitas como las establecidas en algunos países para acordar condiciones salariales mínimas entre gobiernos – sindicatos – patronos; mismo caso en las asambleas de la OIT; y también las organizaciones de hecho que surgen en situaciones de emergencias o catástrofe que ameritan apoyos variados.
- – LAS INTERFACES DE LA ECONOMÍA SOCIAL.
Un mecanismo explicativo de estas relaciones lo proporciona el profesor Henry Desroche, director fallecido de la Escuela Cooperativa de París, al hablar de las interfaces de la Economía Social. Él señala la existencia de diversas interfaces de la ES en sus relaciones con otros sectores como el de la economía de capital y pública, agregando en su análisis al sector sindical, las empresas paritarias patronos – empleados y las organizaciones de nivel local o comunitario[4]; parte de que los sectores que voluntariamente se relacionan con las OES son abiertos a actividades comunes con ellas, por lo que a las organizaciones que surgen de esas relaciones las denomina participativas, comunitarias o concertadas.
Sin pretender ocultar las ventajas de lo público y el mercado para las OES, las interfaces obligan a precisar linderos. Según Desroche sería un error no considerarlos entre sectores “frágiles y difusos”, situación que aprovechan gobernantes populistas y economistas amantes del mercado que no dejan pasar ocasión para resaltar estas organizaciones y formular promesas olvidando su potencial democrático e integrador.
Desroche desarrolla cuatro interfaces entre esos sectores con el apoyo del gráfico siguiente, en todas exige respeto por la autonomía de las OES.
GRÁFICO N° 02. INTERFACES DE LA ECONOMÍA SOCIAL.
Las interfaces son:
5.1. – Interface ES – Sector Público o empresa concertada.
Está referida a las relaciones establecidas entre ambos sectores y por las acciones sociales públicas, numerosas veces se confunden al no distinguiéndose en ellas los límites intersectoriales. Comprende actividades como las realizadas por organizaciones constituidas entre ambos sectores para efectos de salud como los institutos de previsión social con centros de salud autogestionarios o cooperativas y empresas comunitarias de salud, casos de Colombia y Costa Rica; las de mantenimiento de obras, aseo urbano y recolección de material reciclable como las cooperativas Recuperar en Colombia y la de recicladores de Sorocava en Brasil; las de transporte municipal y otras.
En América Latina han proliferado diversos programas sociales gubernamentales operados por OES como los de distribución de leche infantil, ejecutado en algún momento por centrales cooperativas regionales asociadas a la Central Nacional Cooperativa de Venezuela (Ceconave). En Medellín, Colombia, existe un interesante complejo farmacéutico integrado por ambos sectores, cuya mayor figura ilustrativa la constituye la Cooperativa de Hospitales de Antioquia (COHAN), persona jurídica de derecho privado, organizada bajo la forma de Administración Pública Cooperativa, que asocia e integra unas 142 instituciones hospitalarias del Sistema General de Seguridad Social en Salud, adquiriendo un alto porcentaje de sus insumos con excelentes economías de escala.
5.2. – Interface ES – Sector Privado o empresa participativa
Esta interface asume acciones y organizaciones como las que surgen mediante contratos entre OES y empresas privadas donde aquellas protegen los ahorros de sus trabajadores (cajas de ahorro, fondos de empleados o cajas de economía) con aportes patronales y por ende, con cierto control de éstas; contratos de servicios y outsourcing prestados por OES a empresas privadas o viceversa; contratos integrales de servicios o producción en los que, por ejemplo, una cooperativa sustituye parcial o totalmente una empresa privada como las cooperativas de trabajo asociado (CTAs) que laboran mediante franquicias, compras mutuas y otras.
5.3. – Interface ES – Sector Local o empresa comunitaria.
Esta interface puede combinar varias de las modalidades anteriores. Es común observar OES, particularmente asociaciones y cooperativas, que juegan roles protagónicos en asuntos de desarrollo local y son numerosas las asociaciones que bajo forma de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y de Organizaciones de Desarrollo Social (ODS), de asociaciones pro – desarrollo, de juntas de vecinos, u otras, actúan en esta interface[5].
5.4. – Interface ES – Sector Sindical o empresa paritaria.
En este complejo de relaciones tienen presencia fundamentalmente las OES de carácter masivo como las cooperativas de consumo, las cajas de ahorro o cooperativas de ahorro y crédito y las mutuales de previsión y salud para los trabajadores de diversas empresas gestionadas directamente por los trabajadores como en Argentina y Alemania, o por los sindicatos y empleados contratados a tales efectos como en Israel, Bélgica, Canadá o Francia.
El conocimiento de estas interfaces facilita la comprensión y desarrollo de procesos de intercooperación e integración entre las OES y otras, al mismo tiempo que puede impulsar procesos de cogestión, coparticipación, condominios, alianzas, clúster u otras.
[1] Ver Armando de Melo, Lisboa. «Economía Solidaria: similia, similibuscurentur«,
En www.milenio.com.br/ifil/res/bblioteca/lisboa1.htm
[2] Molina Camacho, Carlos (2015). “Los asalariados en los sistemas capitalistas y Estatista”. Recuperado de: http://www.eljoropo.com/site/carlos – molina – camacho – los – asalariados – en – los – sistemas – capitalistas – y – estatista/
[3] Molina Camacho, Carlos (2015. La dignificación del trabajo en las cooperativas. Mimeografiado..
[4] Desroche, Henri (1983). Pour un traité d’économie sociale. Paris, CIEM.
[5] Vargas, Mireya (1999). “Organizaciones intermedias de desarrollo en Venezuela”. SIC, Nº 619. Nov. 1999. Pp. 398 – 401.
FUENTES.
de Melo Lisboa, Armando (s/f). «Economía Solidaria: similia, similibuscurentur«,
Recuperado de: www.milenio.com.br/ifil/res/bblioteca/lisboa1.htm
Molina Camacho, Carlos (2015). “Los asalariados en los sistemas capitalistas y Estatista”. Recuperado de: http://www.eljoropo.com/site/carlos – molina – camacho – los – asalariados – en – los – sistemas – capitalistas – y – estatista/ 1/7/2015.
Molina Camacho, Carlos (2015). La dignificación del trabajo en las cooperativas. Mimeografiado..
Desroche, Henri (1999). Pour un traité d’économie sociale. Paris, CIEM.