NUNCA ES TARDE PARA APRENDER Y EMPRENDER

NUNCA ES TARDE PARA APRENDER Y EMPRENDER

 Prof. Oscar Bastidas-Delgado.

Universidad Central de Venezuela (UCV).

 https://www.youtube.com/watch?v=xlsshilNTHA

 https://www.linkedin.com/in/oscarbastidasdelgado

 amazon.com/author/oscar.bastidas-delgado_2022

Son infinitos los emprendimientos sobre pálpitos o razones espontáneas, empíricas, que han sido exitosos pero numerosos los fracasados. Por el contrario, son también infinitos pero más exitosos los adelantados mediante reflexiones, análisis previos y ciertos métodos. Esta opción es clave sobre todo en quienes poseen avanzada edad, como quien suscribe, ya que poner en riesgo las esperanzas y recursos individuales o grupales no es para improvisar; más, si la edad de quien emprende no le permitirá recuperar su inversión en caso de pérdida, razón por la cual, a mayor edad, mayores precauciones al momento de emprender.

– Organizaciones.

Quien emprende, atraído por un sueño, una utopía o el deseo de enfrentar problemas o necesidades, tiene ante sí el reto de diseñar y colocar a punto de marcha una organización; puesta en marcha la organización debe gerenciarla, conducirla desde su Misión hacia la Visión asignada gracias a los valores y objetivos estratégicos establecidos.

Acá cabe precisar el término organización. Toda actividad humana, sin excepción, conlleva una. Una organización es, en términos sencillos, un conjunto de recursos y esfuerzos direccionados hacia objetivos concretos; siendo así, el dúo Actividad Humana / Organización, son dos caras de una moneda, imposible una que no, las posea. Las organizaciones son personas diferentes a sus fundadores y dueños, tiene vida propia y todo emprendedor debe reconocer este rasgo.

Toda organización, según Amitai Etzioni, debe cumplir con tres condiciones: 1.- tener objetivos pre – establecidos, es decir, colocados antes de constituirla; 2.- tener al menos un centro de poder, espacio en el cual tomar decisiones hacia los objetivos; y 3.- sustitución de sus miembros en aras de su sobrevivencia ya que, al margen de sus fundadores y propietarios, ella debe trascender en el tiempo. Esta última condición es clave y obliga a pensar en el relevo generacional, sincronizado entre viejos y jóvenes o no, pero relevo al fin y al cabo.

– Retos de los emprendedores.

Constituir una organización es sinónimo de decisión, de enfilar y poner en marcha personas y recursos en aras de objetivos concretos (Bastidas – Delgado 2021). Es un hecho político que amerita aplicar el trío Concepto / Direccionalidad / Logro: Concepto como reflexión y explicación teórica del problema y de su solución, con las pertinentes acotaciones históricas y sociales en cuanto diseñar y constituir la organización apropiada para lograr los objetivos, objetivos pre-establecidos, labor propia del emprendimiento; Direccionalidad como la ruta, con vías rápidas, paradas, accidentes, desvíos y retrocesos, que se debe transitar para diseñar la organización y luego de constituida ponerla en marcha, gestionarla y conducirla, labor propia de la gestión, coordinación o gerencia; y Logro como sinónimo de éxitos, la mayor cercanía entre lo propuesto y lo logrado.

A los emprendedores corresponde, bajo forma de comité promotor inicialmente, desarrollar un proceso no lineal de acciones sucesivas así: 1.- precisión del sueño o problema; 2.- formulación de una visión preliminar del cómo; 3. – diseño de la cadena de valor a partir de los potenciales productos o servicios, el proceso productivo y la tecnología; 4.- establecimiento de lineamientos estratégicos (Valores / Misión / Visión / Objetivos Estratégicos); 5.- formulación del plan organizacional o de gestión con sus estrategias, actividades, fuentes financieras y presupuestos; 6.- diseño de la organización (organigrama / manuales / procedimientos, etc.); 7.- fijación de perfiles del personal y suma de potenciales socios o asociados; 8.- selección de forma jurídica redacción del estatuto, realización de la asamblea constitutiva e incorporación de colaboradores por delegación de la asamblea;

Continúa: 9.- en el marco de las leyes, particularmente las referidas a propiedad intelectual e industrial, considerar: a.- denominación social o nombre de la persona jurídica con el que se registra la organización, que pudiese ser también como marca; b.- la denominación comercial que tiene por objeto distinguir una empresa, negocio, explotación o establecimiento mercantil, industrial, agrícola o minero, y los artículos que produce, comercia o la propia empresa; c.- la marca comercial entendida como todo signo, figura, dibujo, palabra o combinación de palabras, leyenda y cualquiera otra señal que revista novedad, usados por una persona natural o jurídica; y d.- el lema comercial es también marca y consiste en una palabra, frase o leyenda utilizada como complemento de una marca o denominación comercial.

Finalmente: 10.- puesta en marcha y constitución de redes con proveedores, clientes y comunidades y otras organizaciones; 11.- abrir las cuentas bancarias, los libros contables y otros que establezcan las leyes; 12.- inscribir la organización ante los organismos públicos estatales, municipales, institutos autónomos, cámaras, y otras organizaciones que establezcan las leyes[1].

Es importante tener claro que el reto de todo emprendedor es diseñar la organización que se desea, la organización apropiada para realizar el sueño o enfrentar el problema poseído. Luego del diseño es cuando se echan números, es decir se formula el Plan de Negocios para detectar necesidades financieras, con ese plan es como se determina la factibilidad de la organización y el número de personas que necesita como accionistas o asociados, y como trabajadores y voluntarios.

Constituida la organización solo resta ponerla en marcha, acá se deja de ser emprendedor, este se convierte en empresario, si se tratase de una organización con fines de lucro, o en co-propietario y co-empresario si se tratase de una Organización de Economía Social (OES) como las asociaciones, mutuales y cooperativas, acá, su reto es conducir la organización al éxito.

– Emprendimiento asociativo.

 

El no trabajar como equipo presagia que quien controle el emprendimiento será el cacique o dueño absoluto de la organización; por el contrario, involucrarse como equipo los sentidos de propiedad y pertenencia, ambos hacen que vean la organización como hija propia, la cuiden y conduzcan bajo el precepto legal del buen padre, preocupándose incluso por las generaciones de relevo.

Para efectos de estas reflexiones, hablar de OES, es hacerlo sobre organizaciones de amplias sinergias, pues son fórmulas con ventajas comparativas y competitivas para enfrentar necesidades o problemas que afectan a varias personas concomitantemente. Por ello, aunque la percepción inicial del sueño o del problema haya sido individual, constituir organizaciones es una manera inmediata de favorecer las respectivas comunidades pues quienes las emprenden forman parte de ella; adicionalmente, si ellas se constituyen para enfrentar problemas comunes, el efecto multiplicador es mayor y sus asociados se beneficiarán de las economías de escala y de la intercooperación e integración que pudieren desarrollar.

– ¿Edad para emprender?.

El emprendimiento no tiene edad. Quien suscribe es partidario de impartir teorías y prácticas de emprendimiento desde el preescolar. Hace años, en una creche parisina se discutió acerca de la conveniencia o no de colocar sillas y objetos pesados en el espacio de juego de los niños, las opiniones se dividieron entre si y no hacerlo, ganó el sí pues ellos haría que los niños emprendiesen la búsqueda de ayuda para moverlos y así surgiría el reconocimiento del otro, valor de la entreayuda o ayuda mutua, mover esos objetos obligaría a la unión de esfuerzos.

En el ámbito de los adultos, emprendimiento senior, la lógica del emprendimiento debe ser eje transversal de toda actividad pues son infinitos los problemas y sueños poseídos; además, jugar al simple observador, sin acción alguna, solo conduce a inamovilidad y muerte socio – económica prematura. En ese ámbito es clave considerar las experiencias desarrolladas a lo largo de la vida, allí se encuentra una riqueza extraordinaria en sabiduría.

Especial situación se presenta en los casos de emprendimiento de personas cuya zona de confort fue el cumplimiento de un horario durante unos años para, al final, percibiría una jubilación o pensión que supuestamente le permitiría vivir tranquilamente sus años finales y luego constatan que no les alcanza ni para necesidades básicas, como sucede con los profesores universitarios jubilados venezolanos que aún con el mayor escalafón perciben menos de 10 US$ mensuales de salario.

Si según la ONU, quien perciba menos de 1,90 dólares al día pertenece a la pobreza extrema, ¿en cuál nivel de pobreza colocamos a los profesores de las universidades autónomas venezolanas?; peor aún, dónde colocar al venezolano promedio cuyo salario mínimo mensual es de apenas 0,77 US$ a una tasa de 4,6282 por US$ según el Banco Central de Venezuela. Lo descrito obliga a pensar en salidas, principalmente a personas de la tercera edad.

Eso sí, ¡nunca es tarde para aprender y emprender!. Estudiar sin importar la edad es una vía de emprendimiento, conocemos casos en ese sentido, no los mencionaremos en este documento pero bien valdría la pena satisfacer esos sueños de estudios por quienes los posean y puedan realizarlos. Realizar sueños y utopías como sueños sociales realizables, y enfrentar problemas emprendiendo, también son móviles del emprendimiento.

– Condiciones para el emprendimiento.

Las opciones de emprendimiento para personas de edad con experiencia laboral, son numerosas y variadas, tantas como el pensamiento desarrolle. Colocando como denominador: 1.- la experiencia; 2.- la edad; y 3.- el tiempo a dedicar, tres preguntas iniciales deben ponerse sobre la mesa: ¿en qué emprendemos?, ¿es factible ese emprendimiento?, ¿emprendimiento individual o en asociativo?. El en qué emprender se relaciona con dos indicadores claves:¿qué sabemos y qué nos gusta hacer?, las otras dos dependerán del diseño de la organización a emprender, reto de todo emprendedor.

A manera de ilustración apliquemos reflexiones al mundo académico. En este mundo el eje emprendedor cobra mayor fuerza. En los estudiantes: ¿tiene sentido que un alumno de cualquier carrera universitaria pase 4 o 5 años sentado en un pupitre sin aplicar los contenidos de cada materia a una propuesta emprendedora y aprovechar su cotidianidad con sus compañeros y futuros colegas, sabiendo que en su futuro profesional pondrá en marcha su propia oficina, consultorio o empresa?. Por ello, quien suscribe es partidario de ello, emprendimiento debería ser materia obligatoria en toda carrera, de forma tal que en su trayectoria se tejan relaciones futuristas y al finalizar, todo egresado se lleve el título universitario bajo un brazo y la organización constituida bajo el otro.

En el caso de un profesor universitario jubilado debe considerarse que también portador de un título profesional; acá la pregunta válida es qué hacer y la doble experiencia debe ser la base del emprendimiento. A él, como bien señala su nombre, como estudiante primero y luego como académico, la universidad le aportó una sinergia de conocimientos específicos para el ejercicio profesional y para lo académico mediante las funciones propias de toda universidad: investigación, docencia, extensión, y articulación[2], sobre esta sinergia debe responderse aquella interrogante,

Si el emprendedor junior ha dedicado buena parte de su vida a determinadas funciones y es de suponer que desarrolló las actividades que les gustan, es en ellas donde se deben explorar las primeras opciones de emprendimiento y ella es la de asumirse a sí mismo como organización: autoempleo o autónomo como se denominan en España; obvio, también puede decidir emprender junto con otras personas y constituir una empresa de capital o una Organización de la Economía Social (OES), que bien pudiese ser una Cooperativa de Trabajo Asociado (CTA) modalidad que les permitiría auto-emplearse y prestar servicios colectivamente sobre los valores, principios y prácticas cooperativistas.

A manera de ilustración, un profesional o profesor que emprenda pudiese orientarse por el siguiente decálogo: 1.- concebirse con una organización en sí mismo; 2.- ofrecer sus conocidos servicios profesionales y académicos a otras universidades u organizaciones; 3.- recuperar sus escritos y textos, actualizarlos, restarles el peso de “lo académico” para facilitar su lectura y ampliar así el espectro de potenciales lectores; 4.- diseñar sus escritos como libros en formato de papel o en digital para su venta directa o mediante sistemas como Amazon; 5.- elaborar una lista de conferencias, cursos, talleres y otras actividades formativas; 6.- elaborar un listado de consultorías a ofrecer en áreas de su competencia.

Continúa: 7.- definir el perfil con el que el emprendedor u organización constituida pretenda presentarse: denominaciones legal y comercial, nombre corto y fácil de grabar como marca, lema, correos – e, LinkedIn, Facebook y otras con la marca para mejor reconocimiento e interactividad medios; 8.- diseñar y elaborar una base de datos de potencialmente clientes, profesores no deben olvidar lista de discípulos, para quien suscribe los mejores “clientes” siguen siendo quienes fueron sus alumnos; 9.- seleccionar colegas con quienes realizar las actividades de manera presencial o a distancia; y 10.- difundir las ofertas mediante variados medios, incluyendo las conocidas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).

Por último. Como se observa el panorama del emprendedor es complejo. Es fundamental estudiar, analizar el entorno y los marcos legales, y aprender a emprender sobre el eje: Conceptos – Direccionalidad – Logros, en otras palabras, sobre el eje: Teoría – Práctica – Éxitos, Estos tres elementos arropan la lógica de todo emprendimiento. Las mismas universidades; OES, particularmente cooperativas y fondos de jubilaciones y de pensiones; y otras organizaciones, deberían fomentar el emprendimiento en personas con tantas experiencias. “

O inventamos o erramos”, afirmaba  Simón Rodríguez, maestro de El Libertador Simón Bolívar.

 

NOTAS.

 

[1] En el caso venezolano: Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT); Banco Nacional de Vivienda y Hábitat (BANAVIH); Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS); Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES); Ministerio del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo (MPPPST); Superintendencia Nacional para la Defensa para los Derechos Socioeconómicos (SUNDDE), Superintendencia Nacional de Cooperativas (Sunacoop), y otros.

[2] La función articulación es agregada por quien suscribe, entendida como el establecimiento de redes con stakeholders, comunidades y organizaciones privadas, públicas y de economía social con las que se impulsen actividades de intermediación y de corresponsabilidad social mediante alianzas, acuerdo, convenciones, propiedad compartida, entre la universidad misma y otras organizaciones (Bastidas-Delgado 2018).

 

FUENTES.

 

Bastidas-Delgado, Oscar (2017). Emprendimiento, Constitución y Gestión de Cooperativas: https://www.amazon.es/EMPRENDIMIENTO-CONSTITUCIÓN-Y-GESTIÓN-COOPERATIVAS-ebook/dp/B071CVPWDR

 

Bastidas-Delgado, Oscar (2017). Gestión de Empresas: de los Lineamientos Estratégicos a la Responsabilidad Social. https://www.amazon.com/-/es/Oscar-Bastidas-Delgado-ebook/dp/B06XFRP3ZL/ref=sr_1_9?qid=1656244790&refinements=p_27%3AOscar+Bastidas+Delgado&s=digital-text&sr=1-9

 

Bastidas-Delgado, Oscar (2019). La integración Cooperativa. Un oleaje Mundial. Amazon: https://www.amazon.es/INTEGRACIÓN-COOPERATIVA-OLEAJE-MUNDIAL-ebook/dp/B07X5NXN8W 

 

Bastidas-Delgado, Oscar (2021). Artículo: Coronavirus, economía social y emprendimiento asociativo. Recuperado en: https://www.linkedin.com/pulse/coronavirus-economía-social-y-emprendimiento-oscar-bastidas-delgado/?originalSubdomain=es

 

Bastidas-Delgado, Oscar (2018). Artículo: Responsabilidad Social Universitaria. Una Perspectiva Organizacional”, en Revista Nº 29 de la Serie Educación Superior y Sociedad del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc) / Unesco. Caracas. Recuperado en: http://ess.iesalc.unesco.org.ve/ess3/index.php/ess/issue/view/50

 

La Gaceta de Cooperar. Reconocimiento mundial al rol de las cooperativas durante la pandemia. Recuperado de: https://lagaceta.cooperar.coop/reconocimiento-mundial-al-rol-de-las-cooperativas-durante-la-pandemia/

 

 

 

 

 

 

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